Uruguay empieza a debatir un impuesto a las grandes fortunas que genera tensión dentro de la coalición de gobierno.
La iniciativa es de PIT-CNT, principal central sindical del país, y propone crear un nuevo impuesto del 1% para gravar a las personas con mayor patrimonio del país y destinar esos recursos para “eliminar la pobreza infantil”.
El líder de la central sindical uruguaya, Marcelo Abdala, el nuevo gravamen abarcaría a unas 25.000 personas que tienen un patrimonio de entre el 35% y 40% del país. Este impuesto generaría un ingreso a las arcas del Estado de entre US$ 700 millones y US$ 800 millones, el equivalente al 1% del PIB.
La propuesta no tiene el apoyo ni del presidente Yamandú Orsi ni de su ministro de Economía Gabriel Oddone pero hay senadores del Frente Amplio como Óscar Andrade, Constanza Moreira y Gustavo González que respaldan esta idea. Lo cierto es que la posibilidad de su implementación choca con la filosofía uruguaya de contar una estructura tributaria flexible.
Una reciente publicación del Informe Global sobre la Riqueza, elaborado por el banco suizo UBS, reveló que Uruguay sumó 363 nuevos millonarios en 2024, alcanzando un total de 17.675 personas con patrimonios de al menos un millón de dólares.
Son 2,2% más que las del 2023 y ubican al país en la posición 49 del ranking -entre 56 economías analizadas- en cantidad de millonarios. Dentro de esa cifra de millonarios seguramente figuran argentinos y otros extranjeros que residen en este país.
Aunque este grupo representa una fracción ínfima de la población, concentra una porción significativa de la riqueza nacional, y esto es lo que impulsó al PIT-CNT a defender la iniciativa.
El programa de gobierno del Frente Amplio para este período 2025-2035 menciona la intención de introducir más equidad por la vía impositiva, aunque, para Orsi, este documento es sólo una orientación general.
Allí se propone “avanzar en la transformación del sistema tributario reduciendo impuestos al consumo y fortaleciendo la imposición a la renta, el gran capital y el patrimonio con el criterio de progresividad.
Con el objetivo de avanzar en la reducción de la desigualdad, estudiar las formas para incrementar el aporte fiscal por concepto de dividendos y utilidades, así como los patrimonios y las transferencias patrimoniales de muy alto porte y los depósitos en el exterior. Las modificaciones en la política tributaria tendrán como concepto que paguen más los que tienen más riqueza y más ingresos, aliviando la carga tributaria sobre los que menos tienen”.
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Algunos académicos son proclives a establecer un gravamen a la riqueza -en el entendido de que el actual Impuesto al Patrimonio es insuficiente- y han estimado la recaudación potencial en unos US$ 600 millones anuales.
Un dirigente del Frente Amplio dijo a LPO que “no solo es una iniciativa del PIT-CNT, está el Partido Socialista y algunas bases del Frente. Pero no todos los legisladores del Frente apoyan también esa iniciativa y tampoco el presidente”.
“Es un debate que se está dando ahora. No hay unanimidad, ni con Yamandú, ni con la bancada del Frente Amplio”, remarca.