El sindicato de empleados de las estaciones de servicios fundó su propio partido político, Creemos, y tensiona con Gabriel Bornoroni y su protegido para encabezar la lista de diputados de La Libertad Avanza en Córdoba, Gonzalo Roca.
Bornoroni y Roca mantienen una sólida amistad y sociedad política que comenzó en la Federación de Expendedores de Combustibles, la cámara que nuclea a los dueños de las estaciones de servicios.
Bornoroni la presidió durante varios años hasta su llegada al Congreso, y Roca fue su mano derecha. Con el desembarco de Bornoroni en La Libertad Avanza, Roca tomó la responsabilidad de fundar el partido.
Ahora, los empleados de las estaciones de servicio se agruparon en torno a Creemos, el partido que fundó Guillermo Borelli, secretario general del sindicato. La red de estaciones de servicios es, a la vez, la base territorial del sindicado y, ahora, del partido político de origen sindical.
La Justicia Federal ya habilitó el proceso de afiliaciones, que tendrá su base en los asociados al gremio y la red de estaciones de servicio en toda la provincia. Su base son los 7.000 afiliados del gremio.
Hasta ahora, la patronal y el sindicato mantuvieron una excelente relación, casi una excepción en el mundo laboral. Por ejemplo, para que los empleados de estaciones finalicen sus estudios secundarios en el colegio del sindicato, los dueños de las estaciones no descuenten el día cuando deben asistir a clases. Cada año, en el egreso, coinciden las dos cúpulas, la patronal y la sindical.
Desde que asumió Javier Milei, el gremio desplegó una serie de recursos para atajar el ajuste que convalidó Bornoroni: entrega módulos alimentarios a sus afiliados, que vende por debajo del precio de mercado, y asiste a los jubilados con bonos solidarios de 400 mil pesos por trimestre.
