Las internas feroces de Casa Rosada, la crisis política y el impacto del modelo financista en el Cordón Industrial del Gran Rosario complican la performance libertaria para el próximo 26 de octubre. En Santa Fe, a la caída de la imagen de Milei se le sumó la pelea interna entre Romina Diez y Juan Pedro Aleart que derivó en una lista poco competitiva.
“El candidato es el proyecto”, podría resumirse el plan de campaña de La Libertad Avanza, evocando el slogan del kirchnerismo para la elección presidencial de 2015 cuando tuvieron que ir a votar a Daniel Scioli a regañadientes. Para los libertarios, el que convoca es el sello.
En Santa Fe, el que encabeza la lista del oficialismo nacional es el joven Agustín Pellegrini, el secretario de la diputada Romina Diez y un desconocido para el electorado. Sin embargo, los libertarios aseguran que con el sello de Milei van a ganar la elección y cosechar entre 4 y 5 de las nueve bancas que la provincia pone en juego. El resto de las fuerzas políticas hablan de un empate de tres con la lista de Pullaro y el peronismo que lleva a Caren Tepp.
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Pero el armado de lista de La Libertad Avanza no fue sencillo y estuvo atravesado por una guerra de acusaciones y sospechas que dejó heridas profundas en la cúspide de la fuerza, según puso reconstruir LPO.
Romina Diez, que es amiga de Karina Milei, consiguió que su secretario y persona de mayor confianza encabece la lista. Sin embrago, el plan A que tenía en mente era renunciar a su banca a medio mandato para volver a ser candidata en octubre por el mismo cargo.
Esa estrategia la habría frustrado el ex periodista Juan Pedro Aleart, que se jactaba a viva voz en la ciudad de Santa Fe mientras se renovaba la Constitución provincial. Según su versión, puso el grito en el cielo cuando se enteró que Romina Diez renunciaba a mitad del mandato para volverse a postural porque le parecía una maniobra propia de la casta.
Aleart le pasó la inquietud a Patricia Bullrich en una reunión que tuvieron en Buenos Aires y la ministra de Seguridad habría mediado con Karina Milei para que Romina no fuese la candidata. En verdad, lo que buscaba Aleart era entrar a los codazos como primer candidato a diputado nacional. El ex conductor de noticieros aseguraba en ese momento que media mejor que Milei y lo decía antes de que salte el escándalo por las supuestas coimas de Karina.
Cuando Romina Diez se enteró de la maniobra de Aleart se puso furiosa y lo eyectó de la campaña. En el lanzamiento de la lista, que se hizo con un acto privado y sin medios acreditados, Aleart no pudo aparecer. Sin embargo, la ausencia del principal candidato local al cual le hicieron la campaña en abril no cayó bien en la militancia que además le cuestionan a Romina que sea el eje central del discurso: “ni siquiera Milei aparece”, le reprochan en LLA.
Sin embargo, Aleart no cosechó los votos que pensaban que iba a sacar en las elecciones provinciales de abril donde se postuló como concejal de Rosario y convencional Constituyente. En el Concejo ganó el peronista Monteverde y para convencional quedó a muy pocos votos de Ciro Seisas, otro ex periodista que se postuló por la lista del intendente Pablo Javkin.
Entre los libertarios con más experiencia política se preguntaban por qué pegaron la figura de Aleart con Milei y le obligaron a tener un discurso agresivo como el del presidente cuando venía de conducir el programa más visto de la televisión rosarina.
