La noche del lunes dejó un nuevo y preocupante episodio de inseguridad en Ayacucho. Una mujer que atendía su comercio ubicado sobre Avenida Solanet, casi Colón, fue víctima de un violento asalto: un delincuente armado ingresó al local, la amenazó a punta de pistola y, tras robarle, la golpeó brutalmente, dejándola con el rostro ensangrentado.
El hecho, que rápidamente se viralizó en redes sociales, volvió a encender las alarmas en la comunidad. Según relataron testigos, el agresor habría sido un hombre de apellido Bustos, conocido en el ámbito policial local por haber protagonizado distintos episodios delictivos en las últimas semanas.
Durante el ataque, el delincuente no solo se llevó dinero y pertenencias del local, sino que además descargó una violenta golpiza contra la mujer, quien quedó tendida en el suelo hasta que un joven que pasaba por el lugar intervino, ayudó a la víctima y logró ahuyentar al atacante.
Gracias a esa rápida reacción, la situación no pasó a mayores. La víctima fue trasladada de inmediato al Hospital Municipal “Dr. Pedro Solanet”, donde fue atendida por personal médico. Afortunadamente, solo sufrió golpes y lesiones leves, por lo que fue dada de alta horas más tarde.
El hecho se suma a una creciente ola de robos y episodios violentos que viene preocupando a los vecinos y comerciantes de la ciudad. En las últimas semanas, distintos sectores de Ayacucho vienen advirtiendo sobre la reducción de efectivos policiales patrullando las calles, lo que ha generado un clima de vulnerabilidad en varias zonas.
Desde la Policía Comunal se informó que se están recolectando imágenes de cámaras de seguridad y testimonios de vecinos para avanzar en la identificación y detención del sospechoso. Sin embargo, el episodio dejó al descubierto la sensación generalizada de que la inseguridad avanza y la respuesta del Estado no alcanza.
Vecinos y comerciantes de la zona manifestaron su indignación y temor por lo ocurrido. “No se puede trabajar tranquilo. Cada vez son más los robos y no se ve presencia policial”, expresó una comerciante del barrio. Otros señalaron que, pese a las reiteradas denuncias, los patrullajes nocturnos son escasos y que muchas veces “las víctimas quedan solas frente a la violencia”.
La modalidad del hecho —con uso de arma de fuego y agresión física— marca un salto en el nivel de violencia respecto a los robos anteriores registrados en la ciudad, donde predominaban los hurtos menores o arrebatos. Este caso, en cambio, muestra una tendencia más peligrosa, que preocupa tanto a las autoridades como a la comunidad.
Mientras se aguarda el avance de la investigación judicial, el hecho reabre el debate sobre la seguridad local, el rol de la prevención y la necesidad urgente de reforzar el personal en las calles.
La mujer, todavía conmocionada, recibió múltiples muestras de apoyo y solidaridad de parte de vecinos y conocidos. Por su parte, el joven que intervino para ayudarla fue destacado por su valentía y rápida reacción, que posiblemente evitó un desenlace aún más grave.
La comunidad de Ayacucho, nuevamente golpeada por un hecho de violencia, exige respuestas y medidas concretas para recuperar la tranquilidad en sus barrios. Mientras tanto, la investigación sigue su curso y se espera que el autor del ataque sea detenido en las próximas horas.
