Estaba todo preparado para este domingo: la Casa de la Cultura “Hugo del Carril” volvería a llenarse de voces, familias y vecinos dispuestos a compartir su pasión por la música. Sin embargo, la esperada edición de “Ayacucho Canta” fue suspendida. La noticia sorprendió tanto a los artistas como al público habitual del evento, que se había convertido en una cita tradicional dentro del calendario cultural local.

“Ayacucho Canta” nació con el propósito de brindar un espacio abierto a todos los vecinos que, más allá de su experiencia o formación, desean expresarse a través del canto. A lo largo de sus distintas ediciones, participaron voces jóvenes, adultos mayores, grupos familiares y artistas independientes, generando una atmósfera comunitaria y festiva que siempre fue reconocida por su espíritu inclusivo.
El evento, que se desarrolló de manera ininterrumpida durante los últimos ocho años —exceptuando el período de pandemia—, fue impulsado originalmente por la familia Mutti, junto al entonces director de Cultura, Isaías Algañaraz, y Cristian Mutti. Esta semana, los organizadores confirmaron su decisión de suspender la edición 2025 luego de que la actual Dirección de Cultura informara que no cuenta con presupuesto para cubrir los gastos básicos de sonido e iluminación.
Según manifestaron desde la familia Mutti, la propuesta nunca tuvo fines comerciales, ya que no se cobraba entrada y el objetivo era únicamente “ofrecer un espacio cultural para la ciudadanía”. Por eso, la explicación oficial generó malestar entre los impulsores y parte del ámbito artístico local.
“Es contradictorio que desde Cultura digan que no hay presupuesto para sonido e iluminación, cuando sí lo hubo para otros espectáculos como ‘Ayacucho Baila’ o para proyectos propios del área”, señalaron los organizadores.
En respuesta, desde la Dirección de Cultura habrían ofrecido el uso del sonido municipal como alternativa, aunque la familia Mutti explicó que los recursos técnicos de ese equipamiento son limitados y no alcanzan para cubrir un espectáculo que requiere calidad de audio y presión sonora adecuadas.
El evento, que siempre se destacó por su carácter participativo y comunitario, dependía exclusivamente de la colaboración del área de Cultura para los servicios técnicos, mientras que la organización y coordinación estaban a cargo de los impulsores originales.
Más allá de la coyuntura económica o presupuestaria, la suspensión deja al descubierto una problemática recurrente en la gestión cultural local: la falta de criterios claros para la asignación de recursos. En palabras de los organizadores, “una vez más se evidencia que para determinados eventos sí hay apoyo y para otros, que no pertenecen a los círculos más cercanos al municipio, no”.
La cancelación de “Ayacucho Canta” no solo implica la pérdida de una jornada artística, sino también la interrupción de un espacio de encuentro y expresión popular que, año tras año, reunía a personas de distintas generaciones y barrios bajo una misma consigna: cantar por gusto, por alegría y por comunidad.
Por el momento, no se informó si existe la posibilidad de reprogramar el evento antes de fin de año. Mientras tanto, el público y los artistas que esperaban volver a subir al escenario de la Casa de la Cultura deberán esperar una nueva oportunidad para hacer oír su voz.



