Luego de finalizar su viaje por Estados Unidos, Javier Milei viajó a Bolivia para participar de la asunción de Rodrigo Paz Pereira, el líder de derecha que rompió con la hegemonía del Movimiento al Socialismo y se posiciona como un posible aliado en la región.
Que el líder libertario haya tomado la decisión de ir en un vuelo especial hacia la ciudad de Santa Cruz de la Sierra para luego dirigirse a El Alto es un gesto que muestra la voluntad de construir un eje que tiene como centro a Donald Trump.
El hombre de Rubio en la relación con el nuevo gobierno boliviano es el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, quien prácticamente se instaló varias semanas en La Paz para definir los detalles del nuevo vínculo. “Bolivia necesita dólares”, le dijo Paz en la última conferencia conjunta.
Ese bloque de derecha tiene a Milei como nexo principal con la Casa Blanca y busca articular al ecuatoriano Daniel Noboa y al paraguayo Santiago Peña y amenaza con desafiar el liderazgo de Lula.
A mediados del mes de octubre, Milei y Peña firmaron un comunicado conjunto con Estados Unidos a favor de Paz. Los demás países firmantes fueron Panamá, Paraguay, Trinidad y Tobago, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador y El Salvador. Todos destacaron que estaban preparados para apoyar al sucesor de Luis Arce.
El grupo de nueve países apuntó a la promoción del comercio y la inversión internacional, así como en la profundización de los lazos de cooperación regional y global. Los firmantes resaltaron que la elección de Paz era el resultado de la “la voluntad del pueblo boliviano de impulsar un cambio y abrir una nueva etapa para el país y la región”.
Pero el dilema es que Rodrigo Paz Pereira no es un líder de ultraderecha como Milei o Jair Bolsonaro sino que construyó una candidatura de centro que llegó al poder con muchos votos que en la elección pasada votaron al actual presidente Luis Arce Catacora.
Justamente, el adversario del presidente electo en el balotaje fue Jorge “Tuto” Quiroga, a quien sí puede ubicarse en espectro al que Milei pertenece. No obstante, el fin de la hegemonía del MAS luego de 20 años de dominio es tomado por los libertarios como una victoria que podría marca una nueva era.
La presencia de Milei en Bolivia es también un gesto a Marco Rubio quien siguió de cerca todo el proceso electoral en el país del altiplano a punto tal que fue una de las pocas intervenciones que tuvo en la bilateral del gobierno argentino con Trump antes de las elecciones legislativas.
Como adelantó LPO, Paz tiene que hacer un fino equilibrio que incluye sumarse a la agenda de la derecha global liderada por Trump, sin romper con Lula y construir hacia adentro una relación de convivencia con los bloques políticos y los movimientos sociales para no tener problemas de gobernabilidad.
La normalización de relaciones con Estados Unidos es un paso en ese sentido pero el vice de Paz, Edman Lara, dijo esta semana que “Bolivia no necesita de la DEA”. En efecto, el perfil del gobierno que viene se podrá ver con el correr de los meses.
Un importante asesor del nuevo presidente dijo a LPO que la relación de Paz no será de alineamiento automático sino que buscarán un vinculo pragmático. “Para nosotros, todas las relaciones son importantes. Vamos a sacar lo mejor de cada uno de los modelos de los países vecinos”, detalló de manera genérica. Un ejemplo de eso es la reivindicaron del modelo tributario paraguayo que hizo el vicepresidente Lara.
El difícil equilibrio de Rodrigo Paz en Bolivia
Respecto de Argentina, Paz dejó en claro que precisa de un acuerdo con Argentina, Estados Unidos, Brasil, Uruguay y Paraguay para solucionar la escasez de combustibles. “Romper no es ninguna opción”, aclaran en su entorno que confirman su pertenencia al Mercosur.
De todas formas, Milei como parte de su alineamiento automático con Estados Unidos mira con buenos ojos al nuevo gobierno boliviano y está expectante a lo que puede ser un triunfo de la derecha en Chile el próximo 16 de noviembre.
La cumbre de Mercosur que se realizará en diciembre en Brasil será una prueba de fuego respeto del tipo de alineamiento de Paz con Milei y Estados Unidos. En su entorno son claros y aclaran cada vez que pueden que Brasil es muy importante para el nuevo gobierno.



