Santilli, Cornejo y los Menem, bajo la tensión de sacar las reformas

Los gobernadores están entusiasmados con Diego Santilli, pero esperan que tenga un margen real de maniobra para acordar con las provincias y no herede la suerte de Guillermo Francos. “La pregunta es si Francos fracasó por culpa de él o porque no le dieron los fierros para tener éxito”, se pregunta retórico un gobernador, en diálogo con LPO.

Con esa inquietud, los gobernadores trataron de leer las primeras reuniones: Santilli heredó el mismo ministerio despojado de Lisandro Catalán y en las primeras reuniones apareció el karinista Manuel Adorni. “Diego invitó a Adorni a la reunión con Nacho Torres y lo va a seguir invitando, comparten la planta baja de la Casa Rosada y quiere hacerlo parte, su única prioridad es sacar las reformas que le pidió Milei”, explicó a LPO un colaborador del flamante ministro del Interior. 

Santilli tiene muy buen diálogo con Lule Menem, lo que garantiza una llegada directa a Karina y buena sintonía en la Cámara de Diputados, que se vio en el triunfo político de conseguir el dictamen de Presupuesto. Pero también genera tensión con los gobernadores aliados, que resisten a los Menem. Incluso Alfredo Cornejo, aliado absoluto de la Rosada que compartió boleta con La Libertad Avanza, se peleó a los gritos con Martín Menem.

Santilli debutó con un éxito en Diputados: aprobaron el dictamen de Presupuesto

La llegada de Santilli le dio confianza al sistema político, pero eso sólo seguirá vigente si puede tomar decisiones. “Santilli es confiable para el sistema, pero esa confianza se basa en que tenga autonomía y fierros”, agregó el gobernador consultado. En los primeros dos años de mandato de Milei, Francos tuvo decenas de reuniones con los gobernadores en las que sólo sirvió de mensajero, porque los reclamos provinciales chocaban con Toto Caputo. Ahora, esperan que con Santilli esa situación se modifique.

Diego invitó a Adorni a la reunión con Nacho Torres y lo va a seguir invitando, comparten la planta baja de la Casa Rosada y quiere hacerlo parte, su única prioridad es sacar las reformas que le pidió Milei.

Por eso, Santilli decidió iniciar su gestión reuniéndose personalmente con cada gobernador para tomar nota de todos los pedidos. Una vez que completa la ronda se sentará con Toto Caputo a ver que es posible conceder. “Algo les tenemos que dar, ni todo lo que piden, ni nada”, reconocen en el Ministerio del Interior.

Los gobernadores no se quedan cortos con los pedidos. Luego de la reunión, el chubutense Nacho Torres anunció a los medios que había pedido la eliminación de las retenciones para el petróleo. Y el Cordobés Martín Llaryora anticipó a través de la tapa de La Voz, que este lunes le pedirá a Santilli por la deuda de la Caja de Jubilaciones, los ATN y las obras.

Los gobernadores y el PRO juegan con sus diputados, saben que el Gobierno aún con la nueva Cámara, está lejos de sancionar las reformas sólo.  “Lo que les falta es poco y es mucho”, sintetizó un importante diputado ante LPO. “Si el gobierno se mueve con inteligencia, abre el diálogo y cumple los acuerdos, las reformas pueden pasar”, agregó.

El gobierno necesita a los 15 diputados del PRO que quedarán en el bloque presidido por Cristian Ritondo y a los 15 que reportan al bloque de los gobernadores de Provincias Unidas. Los libertarios están hoy en 85 diputados, por lo que sin ayuda de estos bloques no pueden ni garantizar la supervivencia de los decretos de Milei.

La reforma laboral la acapara Capital Humano, por medio de Julio Cordero y Miguel Punte. Ahí Federico Sturzenegger aporta pero desde un lugar secundario. En cambio, el ministro de Desregulación pisa fuerte en la reforma tributaria.

En el gobierno son conscientes que el enojo de Macri por el destrato que sufrió en la cena con Milei en Olivos tendrá un impacto en las negociaciones. “En algún momento se la va a cobrar”, comentan resignados.

Con los gobernadores tampoco es un jardín de rosas, aunque lo parezca. Luego del triunfo libertario en las elecciones, los gobernadores sólo moderaron sus declaraciones y dirán cosas amigables, pero no están dispuestos a acompañar con los votos de sus legisladores si las provincias no son retribuidas. 

Incluso, para matizar el efecto del triunfo electoral. Recuerdan la experiencia de Mauricio Macri, que tras ganar cómodamente las elecciones en octubre de 2017, en cuestión de meses dilapidó su capital político y su gobierno entró en una pendiente de la que no se recuperó jamás. “Milei tiene 100 días, debería aprovecharlos”, dijo a LPO un diputado macrista.

Si Milei sigue en la misma senda que antes de las elecciones y continúa negándoles recursos a las provincias, los gobernadores pueden votar en contra de las reformas. “Le pueden votar una ley y no mucho más”, agregó el diputado consultado.

El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.

Milei necesita al PRO y los gobernadores para que le aprueben cuatro proyectos: el Presupuesto, las reformas laboral e impositiva y una serie de cambios al Código Penal. Este paquete lo está trabajando el Consejo de Mayo, que tiene dos representantes de la UIA, dos de la CGT y la presencia de Cornejo, Ritondo y Carolina Losada.

El objetivo es presentar todo el 15 de diciembre. La reforma laboral la acapara Capital Humano, por medio de Julio Cordero y Miguel Punte. Ahí Federico Sturzenegger aporta pero desde un lugar secundario. En cambio, el ministro de Desregulación pisa fuerte en la reforma tributaria.

El propio Milei dijo que no quiere avanzar la reforma previsional, más allá del recuerdo de los piedrazos durante el macrismo. El argumento del presidente tiene una sorprendente dosis de sentido común: para qué avanzar con una reforma jubilatoria si la mayoría de los trabajadores no aporta porque está en negro. 

Milei dijo que no quiere avanzar la reforma previsional y lo explicó con un sorprendente sentido común: para qué avanzar con una reforma jubilatoria si la mayoría de los trabajadores no aporta porque está en negro. Primero hay que blanquear trabajadores y después con la base ampliada de aportantes, discutir el sistema jubilatorio.

Por eso, primero quiere aprobar la reforma laboral. La argumentación de Milei, sorprendentemente, coincide con la del Movimiento Evita que lidera Emilio Pérsico en se punto: “Hay veinte millones de trabajadores y sólo seis millones en blanco, la reforma tiene que servir para blanquear más trabajadores, después con esa base de aportantes ampliada se puede abordar la reforma jubilatoria”, argumenta el Presidente en la intimidad.

Pérsico lo dice en clave peronista: “Tenemos que dejar de pasar todo por el embudo de las leyes de 1945, hay que hacer un embudo distinto, acorde a esta época, para meter a todos los que están afuera”.

En efecto, la discusión de la reforma está trabada con la CGT porque el gobierno quiere que los convenios se acuerden por empresa como en la década del 90 y los sindicatos quieren mantener el sistema actual por rama de actividad.





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