El domingo 7 de septiembre quedará registrado en la historia política de Ayacucho como la jornada en la que el peronismo volvió a convertirse en protagonista, tras dieciséis años de derrotas consecutivas. Con el lema “Fuerza Patria”, y gracias a la unidad de sus sectores internos, la fuerza logró un resonante triunfo en las elecciones legislativas 2025, consolidándose como la primera minoría en el Concejo Deliberante y recuperando un lugar central en el mapa político local.
Con el 82,22% de las mesas escrutadas de manera oficial, el resultado muestra que Fuerza Patria obtuvo el 40,52% de los votos (4.037 sufragios), imponiéndose a Somos Buenos Aires —el actual oficialismo—, que alcanzó un 33,49% (3.376 votos). En tanto, la sorpresa de la jornada fue La Libertad Avanza, que se consolidó como tercera fuerza con un 24,87% (2.539 votos), arrebatándole dos bancas al oficialismo. Unión Liberal, por su parte, apenas logró 90 sufragios, sin posibilidades de ingresar.

El nuevo mapa del Concejo
El reparto de bancas refleja con claridad el giro político que experimenta Ayacucho tras esta elección.
Fuerza Patria logró conservar las tres bancas que renovaba e incluso se aseguró un consejero escolar, fortaleciendo su estructura de cara al futuro.
Somos Buenos Aires, el oficialismo que llevaba cuatro bancas en disputa, perdió dos, quedándose con apenas la mitad de los lugares que ponía en juego.
La Libertad Avanza fue el gran batacazo, ingresando con dos concejales y consolidando un bloque que, con el pasaje de la edil del PRO al espacio libertario, quedará conformado por tres integrantes.
De esta manera, el Concejo Deliberante pasará a tener 7 bancas para el oficialismo, 5 para Fuerza Patria y 3 para La Libertad Avanza, en un escenario que promete debates más ajustados y negociaciones permanentes.
La palabra de los protagonistas
El primer candidato de Fuerza Patria, Marcelo Bentaberry, fue uno de los principales voceros de la alegría peronista en la noche del domingo. En diálogo con los medios aseguró:
“Es un día histórico. El peronismo unido logra estas cosas”.
Y agregó:
“Esto no termina acá, recién comienza el camino de cara al 2027. La ciudadanía se expresó y acompañó nuestro proyecto”.
Sus palabras reflejaron no solo la euforia del momento, sino también la mirada estratégica hacia las elecciones ejecutivas que se avecinan en dos años, donde el peronismo ya sueña con recuperar la intendencia.
Un acto eleccionario ejemplar
Más allá de los resultados, las elecciones del 7 de septiembre dejaron una enseñanza de civismo y compromiso ciudadano. Puede afirmarse sin temor a equivocaciones que el acto electoral se desarrolló con absoluta normalidad y sin mayores sobresaltos.
Tal como ocurre en cada jornada democrática, hubo algunos imponderables propios de la magnitud del movimiento, pero nunca ligados a irresponsabilidades. Desde las primeras horas del día, fiscales, autoridades de mesa, delegados y personal de apoyo cumplieron con responsabilidad sus funciones, garantizando la transparencia del proceso.
La Policía Comunal fue suficiente para custodiar la jornada: con cuatro agentes en cada centro de votación alcanzó para mantener el orden, sin necesidad de recurrir a fuerzas militares. Solo se registraron breves cortes de energía en la mañana, que no afectaron la continuidad del sufragio.
Asimismo, numerosos vecinos se valieron del servicio de Transporte Público Urbano para acercarse a los establecimientos, mientras que algunas agrupaciones dispusieron sus propios vehículos para facilitar la movilidad de los votantes.
En todos los colegios designados primó un espíritu de camaradería y respeto, fiel reflejo del carácter de un pueblo en el que “todos nos conocemos” y donde las diferencias políticas no impiden sostener lazos de amistad y convivencia.
La cobertura de los medios
Desde muy temprano, Multimedios Ayacucho recorrió las escuelas y espacios designados para sufragar, transmitiendo la evolución de la jornada y acercando la voz de protagonistas y votantes. Las radios locales fueron matizando la elección con entrevistas y comentarios, a la par que mantenían informada a la población sobre el ritmo del escrutinio.
Como se señaló en la previa, si bien estas elecciones no poseen el mismo peso que una contienda nacional, resultaron fundamentales para “saber dónde estamos parados” y proyectar el rumbo político hacia las generales de octubre.
Una vuelta esperada
La victoria de Fuerza Patria no solo se mide en números. Tras 16 años de ausencia en los primeros planos locales, el peronismo logró reorganizarse, superar internas históricas y ofrecer una alternativa competitiva. La foto de la unidad fue determinante: el electorado acompañó la propuesta que se presentó como renovada, inclusiva y con un horizonte claro hacia el 2027.
La elección también marca un retroceso para Somos Buenos Aires, que venía sosteniendo la mayoría desde hace más de una década y media. La pérdida de dos bancas refleja un desgaste evidente, que abre interrogantes sobre su capacidad de sostener el control político en un Concejo cada vez más fragmentado.
Por otro lado, La Libertad Avanza ratificó que ya no es una fuerza testimonial. Su ingreso con tres concejales la convierte en árbitro de futuras discusiones, obligando al oficialismo y al peronismo a articular acuerdos para avanzar con proyectos.
El desafío que viene
El domingo dejó un sabor agridulce para cada espacio político. Para el oficialismo, el golpe de realidad de perder poder tras años de hegemonía. Para el peronismo, la confirmación de que el camino de la unidad es la clave para recuperar protagonismo. Para los libertarios, la satisfacción de haberse instalado en el mapa y con un crecimiento que, de sostenerse, puede ser aún mayor.
La historia política de Ayacucho se sigue escribiendo. Lo que ocurrió este 7 de septiembre no es un punto final, sino un nuevo capítulo que abre las puertas a intensos debates, negociaciones y escenarios inéditos. El Concejo Deliberante, a partir de ahora, será un ámbito más plural y competitivo, donde ninguna fuerza podrá imponer su voluntad sin consensos.
El pueblo de Ayacucho volvió a pintarse de celeste y blanco. Y el mensaje en las urnas fue claro: después de años de desencuentros, el peronismo unido volvió a ser opción real de poder.