La decisión del Gobierno de ajustarse a las leyes y presentar en tiempo y forma su proyecto de Presupuesto para el 2026 tiene una explicación: el FMI le advirtió a la administración libertaria que en su tercer año de Gobierno y con un acuerdo renegociado en curso, es necesario que el Presupuesto tenga sanción del Congreso.
La exigencia del Fondo fue confirmada a LPO por dos fuentes al tanto de las demandas del organismo que conduce Kristalina Georgieva. El FMI suele buscar el mayor respaldo político posible a sus programas y tener por tercer año consecutivo un plan económico navegando sin intentar al menos la sanción legal de un Presupuesto es un punto débil, que se agrava ante el triunfo del peronismo en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, el discurso por cadena nacional para presentar la Ley de Presupuesto que brindó Javier Milei dejó una sensación extraña: su descripción de la economía argentina se choca con los indicadores de la realidad.
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Milei se refirió a las tasas de interés y al riesgo país. Puso la reducción de ambos indicadores como consecuencia natural de la aplicación de su política económica. Excepto que lejos de bajar están subiendo, como el dólar.
“Tenemos que entender de una vez y para siempre que hay una relación directa entre el orden fiscal, la baja del riesgo país, el crecimiento económico y la prosperidad”, afirmó el Presidente y luego remarcó “Y esas condiciones también implican por definición menores tasas de interés, que no se logran emitiendo dinero, sino reduciendo el riesgo país en base al equilibrio fiscal y estimulando el ahorro”.
Sin embargo, la realidad de los números es otra. En las últimas semanasl riesgo país se disparó y este lunes marcó 1.140 puntos básicos, lejísimos de los 400 puntos que era la meta que se fijó el propio Gobierno para volver a los mercados voluntarios de deuda.
Por otra parte el gobierno mantiene deliberadamente una política de tasas altas, por encima del 60%, como estrategia explícita para descomprimir la corrida cambiaria. Antes del fallido desarme de las Lefi que impuso el propio Milei estaban veinte puntos abajo del valor actual.
Pero lo más voluntarista parecen ser las proyecciones de las tres variables clave para el funcionamiento de la macroeconomía que contiene el proyecto que deberá debatir el Congreso. El equipo económico vaticinó que el año próximo la economía crecerá un 5%, la inflación será del 10%, un superávit primario de 1,5% y el financiero de 0,3% y el tipo de cambio se ubicará en diciembre del 2026 en $1.423, o sea más barato que ahora.
La proyección del tipo de cambio incluso parece contradecirse con las estimaciones del saldo comercial que se proyecta negativo e incrementándose hasta el 2028, donde llega casi a los USD 7.000 millones.