En las últimas semanas, Diario Ayacucho ha recibido múltiples consultas y expresiones de preocupación por parte de vecinos y familias ante la posibilidad de que el jardín de la Escuela Experimental “El Ombú” cierre sus puertas. La situación es delicada y ha encendido las alarmas en la comunidad educativa, que teme perder este espacio que tanto ha costado concretar y que es clave para la primera infancia del distrito.
Cabe recordar que hace apenas unos meses, el 23 de abril de 2024, se celebraba la inauguración del nuevo edificio educativo de “El Ombú”, una obra lograda gracias a una inversión conjunta entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y la Municipalidad de Ayacucho. El subsidio nacional, gestionado por la entonces ministra Victoria Tolosa Paz en su visita a la ciudad en junio de 2023, sumado al apoyo local, permitió que la escuela estrenara instalaciones más cómodas y seguras para sus alumnos.
Sin embargo, a pesar del gran esfuerzo económico que supuso la construcción, hoy la realidad que atraviesa el jardín es muy distinta. La matrícula es escasa —apenas nueve chicos en una sala multiedad— y la situación económica general del país ha agravado la situación. Esta combinación de factores ha llevado a que la comisión directiva analice, entre otras medidas, el cierre del nivel inicial.
En diálogo con este medio, madres y padres explicaron que la comisión les ha planteado que la causa principal es económica. “Nos dijeron que es por la poca matrícula y por los costos que implica mantener abierto el jardín. O bien cerrarlo, o subir mucho la matrícula mensual, que quedaría demasiado alta para nosotros y pondría en peligro que los chicos puedan seguir asistiendo”, expresó una de las madres consultadas.
A pesar del subsidio de $1.500.000 que el establecimiento recibe del municipio y de los ingresos que se perciben por las cuotas, el déficit es cada vez más difícil de sostener. La inflación y los costos en alza golpean tanto a las instituciones como a las familias, que ya hacen grandes esfuerzos para que sus hijos puedan acceder a una educación de calidad.
Este escenario ha generado incertidumbre entre la comunidad de la Escuela Experimental “El Ombú”, quienes se encuentran en una encrucijada difícil por lo ya mencionado.
La historia del jardín es también la historia de un trabajo colectivo y del compromiso de los vecinos que apostaron por la educación. Por eso hoy, frente a esta situación, tanto las familias como los directivos se encuentran en un momento decisivo, que a pesar de la buena voluntad de cada uno, lo económico define la situación final.
Las autoridades se pronunciaron al respecto y reconocieron la crisis economica, aunque tambien mencionaron estar trabajando para evitar el cierre del mismo.
