Máximo quiere que La Cámpora vuelva a tener la presidencia del PJ bonaerense

A horas de la reunión del PJ bonaerense en Malvinas Argentinas, negociadores del kirchnerismo y La Cámpora se reunieron para llevar al encuentro del viernes algunos puntos acordados.

De la reunión participaron Julio Alak y Gabriel Katopodis, por el axelismo, y Federico Otermin, por el kirchnerismo.

A través del intendente de Lomas de Zamora, Máximo Kirchner llevó una propuesta de unidad pero exige que, tanto el cristinismo como el axelismo, tengan los mismos lugares que hasta ahora. Eso supone que la presidencia del partido quede para la agrupación cristinista.

La idea que prima por estas horas en todos los sectores del peronismo es establecer una serie de acuerdos básicos para avanzar con elecciones pero dejar de lado los posibles candidatos. “Eso se verá después”, dicen desde los sectores que buscan un acuerdo.

Máximo convocó al PJ bonaerense y se abre la discusión por la conducción del partido

En el axelismo sostienen que lo más importante de la reunión de mañana en Los Polvorines será lograr definir una fecha para la renovación de autoridades. También acordar diferentes cuestiones operativas como padrones y apoderados. “Nada de esto es un tema menor y no está garantizado que eso se pueda resolver fácil”, dicen en La Plata.

Con estos puntos el peronismo bonaerense esquiva una eventual judicialización del partido. Están convencidos que si persisten las indefiniciones no faltará quien presente algún recurso en la Justicia que puede terminar con una intervención del partido.

“El candidato por el momento no es importante. Hay tiempo para ir negociando”, dicen en el axelismo al tiempo que están convencidos que La Cámpora peleará para retener el partido. “Si tienen lo que no tienen, está claro que van a pelear para retener lo que quieren”, sostiene.

En el axelismo evitan postular candidatos aunque reconocen que sería correcto que las riendas del partido queden en manos de alguien que represente a los intendentes del conurbano.

Sin embargo, plantean que el candidato puede cambiar de acuerdo a las definiciones previas. Una cosa es un candidato en función de una lista de unidad y otra, muy distinta, es elegir un nombre para una interna que, de darse, probablemente sea furiosa.





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