Javier Milei convocó a una reunión de gabinete en la Rosada por la crisis del fentanilo y les puso la película de Francella que ya les había hecho ver a los diputados del PRO el último martes.
De este modo, el presidente vio la película de Francella, de una hora 50 de duración, al menos dos veces con testigos en los tres últimos días y medio. El menú de este viernes fue el mismo que el que les sirvieron a los diputados del PRO en la medianoche del martes. Pero esta vez las empanadas llegaron a una hora más cercana a las costumbres argentinas.
El ciclo de cine montado en el Salón Eva Perón de la Rosada se realizó en medio de la tragedia por las 96 muertes que causó el fentanilo contaminado, que provocó una turbulencia en el gabinete. No tanto por una cuestión sanitaria, sino por el impacto político que tuvo entre los ministros por el fuego amigo que expandió Federico Sturzenegger sobre la figura de su par de Salud, Mario Lugones.
El ministro de Desregulación culpó a la Anmat, que depende de Lugones, por haber fallado en el control del fentanilo. Luego debió ir a pedirle disculpas pero no disipó la bronca tanto de Lugones como de su sostén, Santiago Caputo, que tuvo que reunirlo con Karina Milei para buscarle una salida política al conflicto.
Después de esa cumbre salieron las primeras respuestas del entorno de Milei ante la crisis. El propio presidente intentó vincular a Axel Kicillof con la crisis del fentanilo, agarrándose de que el hermano del juez que lleva la causa, Ernesto Kreplak, es hermano del ministro de Salud bonaerense.
La otra respuesta fue el comunicado de la Vocería de Manuel Adorni que amenazó a Kreplak con una recusación si no mete preso a Ariel García Furfaro, dueño del laboratorio que distribuyó el fentanilo contaminado. En el gobierno creen que Kreplak acelerará la causa la semana que viene incluso con detenciones. Aunque no tienen garantizado que el único apuntado por el juez sea Furfaro.
El comunicado de Adorni tuvo además una serie de incongruencias que evidencian el estado de desesperación que hay en el gobierno por el caso. El comunicado dice que “solo 2 horas después de recibir el resultado de las actuaciones” en febrero, Anmat inhabilitó el laboratorio.
Sin embargo, LPO publicó en exclusiva el documento que confirma que en Rosario detectaron el fentanilo contaminado en febrero y la Anmat no hizo nada hasta mayo, con decenas de muertes en el medio.