Javier Milei apareció en el búnker libertario tras la paliza que recibieron en las elecciones bonaerenses para reconocer la derrota y esbozar una autocrítica, aunque dijo que seguirán haciendo lo mismo.
“Hemos tenido una clara derrota, hemos tenido un revés electoral y hay que aceptarlo”, dijo el presidente.
“Esto va a dar lugar a un profundo análisis de los resultados y una profunda autocrítica, no hay opción, vamos a corregir todo los errores, todo en lo que nos hayamos equivocado”, dijo Milei.
Pero ratificó el rumbo económico que lo llevó a la derrota por más de 13 puntos en la provincia más importante del país en términos electorales.
El presidente ubicó a su lado a Santiago Caputo, que había perdido terreno tras el cierre de listas que monopolizaron Karina Milei, Sebastián Pareja y los Menem.
Entre Caputo y Milei se paró Mario Lugones, el ministro de Salud que está acorralado por la tragedia del fentanilo contaminado que provocó un centenar de muertes.