El Hogar Agrícola de Ayacucho confirmó con profundo dolor el fallecimiento de María de los Ángeles Armengol, vecina muy querida de nuestra comunidad y reconocida docente de la institución. Su partida deja una huella imborrable entre quienes compartieron con ella su vocación por la enseñanza y el amor por la cocina.

A través de un comunicado, el Hogar expresó:
“Querida familia, amigos, estudiantes y colegas de María: hoy con profundo dolor lamentamos comunicar la triste noticia del fallecimiento de María de los Ángeles Armengol, una persona excepcional que tocó nuestros corazones y nuestras vidas con su pasión por la cocina y su amor por enseñar cada curso y taller que emprendía.”

Durante años, María fue más que una profesora: una guía, una mentora y una amiga. Su energía, su compromiso y su entusiasmo marcaron a generaciones de estudiantes que encontraron en ella una fuente de inspiración.
Su legado no solo se mantiene en las recetas que enseñó, sino también en los valores humanos y el espíritu de comunidad que supo transmitir en cada clase y actividad del Hogar Agrícola.
El mensaje continúa destacando que su alegría y compromiso trascendían las aulas:
“Su legado vivirá en nosotros, en las recetas que compartió, en las técnicas que nos enseñó y en cada momento compartido, siempre con una sonrisa, colaborando con alegría, brindando lo mejor y soñando para que cada día todo estuviera mejor en el Hogar, en su familia y en sus conocidos.”
Desde la institución, además, extendieron sus condolencias a sus seres queridos:
“Queremos expresar nuestro más sentido pésame a su esposo Luis Ponce ‘Lucho’, sus hijos Mariano, Marcos, Pablo, Andrés y Joaquín, sus nietos, sus hermanas Silvina y María del Carmen, y demás familiares. Que encuentren consuelo en la memoria de María y en la certeza de que su espíritu seguirá vivo en nuestro querido Hogar Agrícola, su segundo hogar y en nuestros corazones.”
El Hogar Agrícola despidió el mensaje con un sentido reconocimiento:
“Descanse en paz, querida María. Tu amor y tu pasión por enseñar nunca serán olvidados. Gracias por tanto.”
La comunidad educativa y numerosos vecinos de Ayacucho manifestaron su tristeza y acompañamiento a la familia en este difícil momento.
María de los Ángeles Armengol deja tras de sí una trayectoria llena de compromiso, calidez y vocación de servicio. Su recuerdo perdurará en cada espacio del Hogar Agrícola, institución que fue su casa y donde supo construir vínculos de afecto, aprendizaje y solidaridad.



