Al frente de la lista de Somos Buenos Aires en la Tercera sección, Pablo Domenichini traza la identidad de su espacio en oposición a los libertarios y al kirchnerismo, a los que define como “dos caras de una misma moneda” y los emparenta en “una matriz de corrupción que continúa en el Estado”.
En diálogo con LPO, el diputado provincial habló de un proceso de “decepción” del electorado frente a casos como el escándalo de las coimas en la Andis que involucra a Karina Milei. A la vez, acusó al presidente por incitación al odio.
Como rector de la Universidad Guillermo Brown, denunció que el ajuste del Gobierno cerró propuestas académicas. Como dirigente de la UCR bonaerense alineado en Evolución, quiere que Provincias Unidas sea la base de construcción a 2027 y advirtió que hubo radicales que quisieron pactar con Milei.
-Se hablaba mucho de que el desdoblamiento podía ser una oportunidad para discutir una agenda provincial o de cada sección, ¿eso se logró?
-No. Fue una oportunidad perdida. Tendríamos que haber discutido de la realidad de la provincia, las propuestas que cada fuerza tenía y lamentablemente lo que vimos en esta campaña fue dos extremos que se gritaron, se agraviaron, que buscan polarizar entre sí pero que no hicieron ninguna propuesta y que, además, terminaron siendo lo mismo.
-¿En qué sentido?
-El kirchnerismo en el desmanejo absoluto de los fondos del Estado, gran responsable de la crisis que hoy vive la provincia y muy en particular el conurbano y, por el otro lado, un Gobierno nacional que llegó diciendo que venía a cambiar las cosas y terminó con absoluta ineficiencia en la gestión, sin resolver ningún problema del día a día de los bonaerenses y, además, con casos de corrupción que atraviesan todo el Gobierno, al igual que la gestión anterior.
-Y en ese griterío de dos extremos que describe, ¿cómo se hace escuchar Somos?
-Es que, para romper esta trampa electoral, construimos Somos Buenos Aires. Con nuestras posibilidades, intentamos poner sobre la mesa la necesidad de la buena gestión, de la buena política para resolver los problemas de la gente.
El mensaje es que la buena gestión resuelve los problemas reales. Nosotros llevamos a Julio Zamora, intendente de Tigre, como candidato a senador en la Primera, un municpio donde, con años de una política sostenida en materia de seguridad ciudadana, se logró un esquema de combate del delito con resultados. Hoy el vecino de Tigre se siente mucho más seguro que el de La Matanza o Esteban Echeverría.
-Hoy por hoy, en las preocupaciones del sur del conurbano, ¿pesa más la inseguridad o la economía?
-Claramente son los dos temas que más preocupan. La seguridad es el más urgente porque no se puede seguir así, los vecinos del conurbano vivimos con miedo y todos los días vivimos una tragedia. Todos los días te enterás de un vecino, un amigo, un familiar al que lo violentaron para sacarle un celular. Además de esta urgencia, lo económico pasó a tener una importancia muy clara en el día a día.
En el conurbano se está cada vez peor, cuesta llegar a fin de mes, cuando hablamos con los comerciantes te cuentan con mucha preocupación y angustia cómo han caído las ventas, lo difícil que está. Volvió el desempleo como un problema real. Vemos vecinos y amigos que se quedan sin laburo, que les reducen horas de su jornada laboral, hay una situación muy compleja en términos económicos.
–Más allá de los hechos de inseguridad, ¿hay un clima de violencia que antes no se veía?
-Nos preocupa el tono de violencia que baja desde el Ejecutivo nacional. Yo soy papá de mellizos de nueve años, les indico todo el tiempo que está mal insultar, agraviar, pero el presidente trata de estúpido a un nene autista, incita al odio y dice que no se odia demasiado a una profesión como el periodismo. Nada bueno puede salir de ahí, de la convocatoria constante a la agresión, a la violencia y al insulto constante y mucho menos cuando es ejercido desde el primer mandatario.
Es una violencia verbal que convoca a que pasen cosas. Tipos muy cercanos al Gobierno nacional, como el Gordo Dan, tienen en momentos críticos tuits como ‘quiero fuego’, ‘quiero palos’, ‘quiero muertes’. Difícil que salga algo bueno de ahí. Eso no justifica ninguna agresión.
–Y en esa vorágine de violencia verbal, ¿por qué cree que el presidente manifiesta un particular rechazo al radicalismo y lo pone como uno de sus blancos recurrentes?
-Es una cuestión un poco más general. Blanco son todos aquellos que no piensan exactamente igual a lo que ellos proponen. Ahí está el ataque al radicalismo, que respeta a las instituciones. El radicalismo significa transparencia en la gestión del Estado, a Javier Milei eso no le gusta y ahora empezamos a entender más por qué.
-¿Puede impactar en esta elección casos de corrupción como el reciente escándalo de coimas en la Andis?
-Hay una confluencia de temas que impactan. La primera es una situación económica que no arranca, muy crítica. En un primer momento había una justificación del esfuerzo que había que hacer para ordenar cuentas, pero ya van casi dos años y la economía no solo no arranca sino que está cada vez más compleja.
Sumado a eso, la segunda premisa que el Gobierno había puesto en campaña cuando fueron las elecciones nacionales, la transparencia del Estado y terminar con la casta. Pero ahí también tenemos en dos años un sinfín de escándalos de presunta corrupción que la Justicia tendrá que investigar pero que todo indica que hay una matriz de corrupción que continúa en el Estado.
Que nada haya cambiado, que no se resuelva ningún problema y que encima sigan choreando en el Estado hace que la gente esté cansada, decepcionada y ahí es donde, lamentablemente, kirchnerismo y libertarios terminaron siendo dos caras de una misma moneda.
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-Como rector, ¿cuál es la situación de las universidades del conurbano ante el ajuste del Gobierno?
-Las universidades estamos atravesando una situación crítica, de un ajuste que comenzó desde el primer día de la gestión Milei y que hoy se sostiene y se ve en la pérdida del poder adquisitivo del salario de los docentes. Hubo un impacto real en tener que achicar o cerrar propuestas académicas, algunas acciones de extensión o formación profesional, así que este Gobierno ha complicado algo que funcionaba bien. El ajuste del Gobierno lo terminó pagando la educación, la salud y los jubilados.
–En términos de reducción de gasto político, recientemente presentó un proyecto de reforma política en la provincia, ¿de qué se trata?
-Aprovechando esto del desdoblamiento de las elecciones y de discutir los temas de la provincia, tiene que ver con una reforma política integral, uno de los puntos es el por qué de un sistema bicameral, que lleva a un gasto de recursos públicos, no solo por el sueldo de los legisladores. En ese proyecto de reforma política integral plantear un esquema de Legislatura única que permitiría ahorrar mucho de los recursos públicos que tienen que estar destinados a atender la emergencia que tiene el conurbano en seguridad.
-¿Hay una emergencia de obra pública en el conurbano?
-Claro, es necesaria la obra pública en función de resolver la necesidad de los vecinos. En esto de los gritos y agravios sin propuestas, un tuit oficial de La Libertad Avanza-PRO hace unos días atrás cuando llovió y muchos de nuestros barrios en el conurbano se inundaron como pasa siempre que llueven más de tres gotas, y los tipos con un pasacalle de Kirchnerismo Nunca Más, diciendo que la responsabilidad de esta situación precaria es del kirchnerismo, cosa que es cierta. Ahora, que me expliquen cómo vamos a resolver esos problemas de infraestructura básica si no hay obra pública, si creemos que el Estado no es necesario, ¿quién va a hacer la cloaca, el desagüe para que el barrio no se inunde más?
-¿Con quiénes debería articular el radicalismo de cara a 2027?
-Debería estar donde está parado de cara a la elección del domingo. Somos Buenos Aires es una fuerza plural y coordina con una buena noticia para nosotros en términos nacionales, que es el marco del acuerdo y confluencia de varios gobernadores en Provincias Unidas. Estuvimos charlando con Maximiliano Pullaro, con Juan Schiaretti. El radicalismo tiene que construir una alternativa por esta senda.
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-¿Por qué no se llegó a la integración de todo el radicalismo en Provincias Unidas como sí se dio en Somos?
-Es cierto que de cara a octubre hay distintas listas que buscan expresar esta alternativa a los dos extremos y hay un sector del radicalismo que conforma alguna de ellas. Nosotros estamos convencidos que el camino es provincias unidas.
-¿Hay un radicalismo que quiso pactar con Milei?
-Sí. Hubo discusiones y dirigentes radicales que fundamentaron la posibilidad de un acuerdo de esas características. Nosotros lo dejamos claro como espacio político que el radicalismo nada tiene que ver con lo que representa La Libertad Avanza, muchísimo menos después de haber visto lo que fueron estos dos años de gestión.