En las primeras horas de este lunes, el recientemente inaugurado resto bar “La M”, propiedad de la familia Mutti, volvió a ser escenario de un episodio delictivo pocas horas después del incendio que había afectado parte del local durante la tarde.
Según informaron fuentes policiales, un sujeto mayor de edad ingresó al establecimiento tras romper un vidrio de una de las puertas, con el objetivo de sustraer distintos elementos del interior.
El hecho fue advertido por una persona que pasaba por el lugar, quien rápidamente dio aviso a la Policía Local. Gracias a ese llamado y a la pronta intervención de los efectivos, el delincuente fue capturado in fraganti dentro del local, mientras había logrado juntar varios objetos para llevárselos.
La familia Mutti realizó la denuncia correspondiente y el hombre quedó detenido, a la espera de prestar declaración ante la Justicia en las próximas horas.
Sospechas de que conocía el lugar
De acuerdo a las primeras observaciones de los investigadores, el detenido “sabía muy bien dónde estaban las cosas”, lo que generó sospechas de una posible vinculación con hechos anteriores ocurridos en el mismo local. Si bien no hay confirmaciones oficiales hasta el momento, las fuentes consultadas no descartan que el sujeto haya participado previamente en otros robos o intentos de robo en la zona.

Interrogantes sobre el sistema de cámaras
El episodio también reavivó las dudas sobre el funcionamiento del sistema de monitoreo urbano. Vecinos señalaron que en la esquina de la Municipalidad hay una cámara de seguridad con visión directa hacia la zona del resto bar, pero que ninguna alerta se emitió desde el Centro de Monitoreo.
Esto generó preguntas entre los comerciantes y frentistas: ¿Las cámaras están funcionando? ¿Hay personal supervisando en tiempo real?
Hasta el momento no hubo comunicación oficial sobre el estado de funcionamiento del dispositivo que debería cubrir ese sector.
Preocupación por la serie de entraderas
Fuentes cercanas a la investigación también mencionaron que durante los fines de semana se reciben varios llamados por entraderas a propiedades privadas, lo que incrementa la inquietud en los vecinos y comerciantes. El caso de “La M” se suma así a una serie de episodios que mantienen en alerta a la comunidad, especialmente en horarios nocturnos.



